Estamos a pocos meses de las elecciones 2023, y la maquinaria en todos los espacios está a todo vapor, las velas desplegadas totalmente, y las mesas de café calientes. Los candidatos se reproducen como conejos.
En los dos bandos con más presencia en el gobierno (radicales y peronistas), hay ideas instaladas, que parecen inamovibles, eternas. Para gran parte del radicalismo, perder la gobernación de la provincia de Mendoza es una “Utopía Peronista”, y para el “peronismo” en su mayoría también. Los radicales piensan, ganamos seguro. Los peronistas piensan, perdemos seguro.

En ese clima mental, es donde Alfredo Cornejo camina con firmeza imponiendo su autoridad, su nombre, su prestigio, su impronta, su estilo, que siendo objetivo, es lo que llevo al radicalismo no solo a sostener el poder y generar algunas políticas que beneficiaron a Mendoza, sino que elevo a la Unión Cívica Radical a una posición política a nivel nacional mucho más favorable que en épocas anteriores.

Luego de que Cobos hiriera gravemente al kirchnerismo con su voto no positivo a la 125, el Cornejismo en Mendoza se encargo de aplastarlo en las urnas, y en todos los espacios posibles… el peronismo mendocino no ha parado de retroceder frente al cornejismo.
Pero también hay que marcar, que el nuevo cornejismo, encarnado por Rodolfo Suarez, no empezó bien, de entrada tambaleo con la derrota sufrida de parte de los defensores de la Ley 7722, y luego ha ido cosechando el rechazo de los trabajadores y usuarios de la educación y la salud, y poco a poco se comienza a dudar si el caballito de batalla del gobierno provincial, “las cuentas claras”, no está flaco, escuálido, y moribundo en realidad. Las nuevas intenciones de endeudamiento provincial, y la posibilidad de que su aprobación sea inconstitucional y dañina a futuro para Mendoza, solo carcome la imagen del principal representante del cornejismo en Mendoza, Rodolfo Suarez.
En esta coyuntura, Cornejo apareció como un posible compañero de formula con Bullrich de cara a las presidenciales, pero Larreta demostró fuerza y se convirtió en un gran obstáculo para Patricia Bullrich y Cornejo.

Por eso, se barajo la posibilidad de su vuelta a Mendoza, de su retorno al trono provincial, pero la casa no está para nada en orden, un sector del peronismo descubrió que las cuentas no están del todo claras, y clavo sus colmillos ahí, y no sueltan.
En la superficie la Flota Cornejista se muestra fuerte, pero en las profundidades silenciosamente algunos radicales no muy felices con los modos, políticas, y falta de respuesta a innumerables problemas de la gente, se preguntan ante la aparente posibilidad de un Cornejo Gobernador 2023… ¿y si levanta la mano Cobos, y va por la gobernación de Mendoza?. El cobismo se mueve como un submarino.
Es una de las tantas posibilidades, y tiene con que, recordemos que del triángulo de poder de Cambia Mendoza en la actualidad (Las Heras, Guaymallén, Capital), dos departamentos responden al cobismo, Las Heras y Guaymallén, más algunos departamentos del este menduco.
Por eso nada está dicho, Cobos y el cobismo pueden ser garantía de evitar alguna sorpresa, o “el milagro”, la concreción de la utopía peronista mendocina.
Por Mariano Molina tel.2613832487 Mendoza



